Café gourmet a la mexicana
Los fresas de México, hoy por hoy prefieren beber café en un changarro de Starsucks aunque sepa más feo que el que vende la típica doña Chole de la esquina. Ciertamente las bebidas que ahí se venden son, en su gran mayoría, exóticas. En el menú podemos encontrar café de Kenia, de la India, y de muchos otros países en distintos sabores, aromas y colores. Podría despotricar cómo este tipo de negocios les toman el pelo a los mexicanos que no saben distinguir los aromas y sabores del buen café (en realidad estos últimos sólo van por disfrutar del ambiente mientras beben un café mal hecho), pero esa es arena de otro costal.
Ahora bien, la palabra exótico significa que es extraño y que proviene de otro país, especialmente si este es muy lejano. En este contexto, es obvio que el café de Kenia no es exótico si se bebe en Kenia. Bien dicho de otro modo: el café de México es exótico si se bebe fuera de México. En México tenemos variedades de café que son originarias de esta región, y también tenemos distintas maneras de prepararlo, pero sin duda alguna la manera más popular es el café de la olla.El café de olla es una bebida típica de México con muchísimas maneras de prepararlo. La característica principal de esta bebida es que está hecho a base de café con tueste Viena, canela y especias mexicanas como piloncillo, miel, chocolate, clavo, cáscara de naranja o alguna combinación de las anteriores. Pero lo más común es usar piloncillo.
Ciertamente muchos extranjeros que en alguna visita a nuestro país probaron el café de olla se sintieron enamorados con este sabor tan mágico, tan sólo basta Googlear un poco para convencerse de ello. Sin embargo, es curioso notar como los jóvenes mexicanos consideran a café de olla como algo muy corriente y a veces de mal gusto. Ciertamente estos ignorantes no saben disfrutar del buen sabor esta exótica variedad de café. Pero estoy seguro de que no dirían lo mismo si se vendiera en esos lugares fresas de los cuales ya he hablado. Se vale soñar ¿no?
Mientras tanto me despido con un buen sabor de boca, recordándoles que lo exótico a veces puede estar más cerca de lo que se cree.